Mensaje enviado en un inbox con remitente..
Esta vez la de las justificaciones largas, los adioses volátiles, las palabras que se quedaban grabadas y guardadas para siempre... era Yo.
Hoy me he cansado de sentirme un papalote que es acercado cuando te gusta que se acerque y es alejado cuando te apetece que se aleje. El corazón también
se cansa y deja paso a que el amor se desgaste, se quiebre.. se deshaga.
Te agradezco el vuelo que un día emprendimos juntas con la intención de hacerlo eterno... te agradezco el vuelo que un día dejamos sin alas y nos impidió
seguir volando.
Demás esta decir y mencionar el maravilloso ser humano que eres, pues lo sabes y si no lo sabes ya es hora de que lo averigües.
En algún lugar y en algún momento se que encontrarás el amor verdadero y entonces caerás en la cuenta que lo que sentiste por mi no fue más que apenas la probadita de lo que el verdadero amor es. Estoy segura que un día te permitirás amar con el corazón y no con la cabeza y estoy segura que eso
sucederá cuando la persona adecuada llegue y toque una parte de tu alma que hasta entonces nadie ha llegado.
No soy quien para dar consejos.. pero Ama con todo tu ser.. entrégate por completo, haz las cosas porque te nacen porque las sientes no las piensas..
arriesga, vive, lucha, goza, llora, sufre, pero por favor nunca dejes de Sonreír. riéte de la vida de lo bueno de lo malo, no te tomes todo tan en serio,
lo único serio es la muerte y a Guadalupe Posadas ni siquiera le pareció tan serio.
Si un día encuentras el verdadero amor.... ¡Ve y lucha por el! Si crees que la persona es la adecuada, no la mates con tus silencios, con tu fríaldad, con tu dura realidad. Ama tal cual, ámala al 100.. y ahora ¡Victoria! El guerrero sólo arriesga su corazón por algo que valga la pena, Es hora de ver por mi... para mi... del mismo modo que ahora verás por ti.. para ti..
Por eso, ahora te dejo partir tranquilamente (aunque ya te fuiste hace tiempo).
Te dejaré de insistir, de suplicar, de buscar, de esperar... te dejo la libertad a la cual tienes derecho.
Dentro de mí haré una despedida interior y partiré, con unas cuantas lágrimas pero libre y feliz.
Hasta pronto.
“Es casi imposible corresponder a todas las personas que nos ayudan a lo largo de la vida. Quizá sea más sencillo rendirse ante el milagroso alcance de la generosidad humana y seguir diciendo gracias, eterna y sinceramente, mientras nos alcance la voz”.
